Fotografía de K.H. Schmölz
¿Altera el mundo una pared?
C. BARRAL
Me quedé la otra tarde en el azul
de unas alas con ojos que no ven
y en el haz casi mudo de una luz
que del polvo tornábase sostén.
Me quedé la otra tarde en la quietud
del envés de las hojas para ver
resistiéndose las gotas a caer.
Y al prestarme la tarde su rumor,
donde sueña con amor el amor,
al lugar que en un tiempo imaginé,
el revés de mis párpados volvió.
V.H.Gª.Brea.
8 comentarios:
Que bellisima poesía, y no sé si me altera una pared , varias si que lo logran. Preciosas imágenes, " en el enbés de una hoja"por ejemplo. Me gusta leerte, toda mi admiración y un abrazo.
Hola Nahir, muchas gracias. Pues yo me traigo un cachito de tu blog, porque me gustó cómo hablas de colorear el espacio, de soplar el viento dentro de tu Rancho Viejo; un lugar, además, opuesto a la imagen que elegí para ilustrar mi poema. Un saludo.
"Le pusimos color, le dimos vida,
y en tu interior reunimos la familia.
Soplaba el viento fuera y dentro tuyo".
(Nahir Lyliam)
"Me quedé la otra tarde en la quietud
del envés de las hojas para ver
resistiéndose las gotas a caer."
Buen lugar para pasar la tarde,hay planes mucho peores...
Me gustó este poemita que dice mucho con pocas palabras.
Siempre es un placer volver por tu blog,Mercurio.
Un abrazo.
Pues sí, tienes toda la razón (te contesté abajo; este comentario lo acabo de ver). Las palabras siempre son pocas en comparación con la imaginación, ¿verdad?; aunque a nosotros nos guste jugar con ellas, buscar la menos mala... Claro que, como bien dices: ¡¡hay cosas mucho peores!! jaja
"Y al prestarme la tarde su rumor,
donde sueña con amor el amor,
al lugar que en un tiempo imaginé,
el revés de mis párpados volvió."
Que delicadeza he encontrado en estos versos, mi querida amiga. Todo el poema es una maravilla, pero la estrofa final está copada de aciertos poéticos, como aquello de que "el amor sueña con el amor" qué linda imagen, y la vez nostálgica, pero bien engarzada a la ideal del tiempo en el revés de tus párpados.
Precioso, Mer.
Un gran abrazo, amiga de mi corazón. Y disculpas por las ausencias.
¡Hola Mercurio!
Me pasé por tu escondite y me encontré con estas letras: profundas y solitarias, como ese lugar que describes donde habita tu talento.
Un abrazo.
Hola Pablo. Yo al fin me pasé por el tuyo. Que alegría ver con que ganas volviste a escribir. Yo ahora estoy muy liada, apenas entraba, pero me hizo mucha ilusión encontrarme con tus palabras. Un abrazo.
Liz, hooola, MUCHÍSIMAS GRACIAS. y perdóname tú a mí, por el retraso en contestarte: apenas entro ahora en el blog, pero qué bien encontrarme contigo por aquí. Un besazo.
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