FRÁGIL HILO

 

Luna llena, 30-08-12. Osaka, Japón. (Angela Saeki) 

Pero nada sostiene

grafiada materia.

Sólo forma de noes,

sólo sílabas lentas.

JAIME SILES

Qué fino, frágil hilo,

que unes soledades

consiguiendo bordar

en nombres ideales

mayúsculas letras

a modo de iniciales.

Y no obstante la A,

qué infrecuente después

el gesto gratuito en el amar.

Y vuelve la intemperie

y la precariedad,

asomando el vacío

a través de los hilos

escasos, deslucidos,

a la b de bondad,

la c de confianza,
la m de mansedumbre,

la v de verdad...

y todo es tan fútil,

tan nimio, tan banal...

que al ver los descosidos

temes a la esperanza

y también a abandonarla

por no querer dejar

con ella al entusiasmo,

a ese vibrar por algo

que, por estar a punto de pasar,

notas pasando

y que se esfuma de repente

si algo corta los hilos

del mágico tejido,

o es eso lo que sientes,

y ya te es imposible,

por mucho que lo intentes,

el ser indiferente

a, pongamos por caso,

que miren un reloj.

Y tú, pequeño dios,

notas, desde lo alto,

que otra vez vas cayendo,

a ese lugar de siempre,

que salvas al creerlo

un punto de partida,

mientras que la memoria

acaso te devuelve

algún antiguo abrigo,

de ti, tan frágil hilo,

si acallas a la mente

que dice con sus miras

ser falso lo perdido,

y así hasta que algún día

no quede ya más tiempo

susurra el pensamiento

tan quieto y tan callado

cuando no había horas

hace sólo un momento.

Y sólo a los valientes

les salva la certeza

de que aun tan infrecuente

afortunadamente

la magia existe.