(moonsa.blogia.com)
La existencia, a veces,
ignora los oscuros,
como, a veces, el ojo
en continuo parpadeo.
Es autómata, feliz;
se engaña, se ilusiona...
O vislumbra, de repente,
las ausencias y repliega
sus sentidos, inútiles,
haciéndose un adentro
en la intemperie,
mientras acaso sueñe
con ser funambilista:
no deja huellas
andar en el vacío.
V.H.Gª.Brea
1 comentario:
Así vamos, funambulistas viviendo a pasos sobre el vacío.
Hermoso. Un abrazo.
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