(Obra de Adolph Gottlieb) |
"No se lamentan los sabios,
no lloran, no miran con ojos dolientes"
Mary Sue Koeppel
Hacía un día gris.
Yo iba de rojo.
Ese día tan gris,
alcancé sólo a ver
algún cercano rostro,
que me hizo imaginar
el desván de un cristal,
un cristal muy curioso:
había un arco iris
en el revés (anverso)
de sus dos ojos.
Hacía un día gris,
del gris del adoquín
sobre el que andaban
mis pies de rojo.
Hacía un día gris,
pero viendo un matojo,
que consiguió salir
a través del cemento,
sentí-pensé que el gris
se convertía en lienzo.
Hacía un día gris.
Flotaba, ahora, en el aire
un fuerte olor a incienso.
V.H.Gª. Brea.
1 comentario:
Cualquier brote verde en busca del sol nos devuelve la ilusión por la vida,así somos.
Lo del incienso me ha descolocado...
Un abrazo.
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