" El padre Homero pudo llamar a sus versos
con un nombre de flor: Helio-tropos"
De El Danubio. C.MAGRIS
Hoy persuade mi penumbra
una purpúrea flor;
a mi favor sus pétalos:
pequeña es mi ambición.
Hoy ilumina el silencio
lo simple con su son;
sosiega lo sencillo,
suspende mi temblor.
(¿Recuerdas tú el ayer;
redobles de un tambor,
rugir una ilusión,
hacernos de un color?).
V.H.Gª.Brea
2 comentarios:
La pasión dio lugar a la paz interior,las inquietudes juveniles al sosiego de la madurez,el redoble de tambor al silencio y el rugir de una ilusión al aroma de una flor...
son los cambios naturales que se producen a lo largo de una vida pero,¿todo lo natural es conveniente? ¿acaso dejar atrás todas esas inquietudes no significa renunciar a la lucha,morir antes de tiempo...? Hay personas que no bajan la guardia jamás,son los héroes modernos...
Un abrazo,amiga...
Hola Jerónimo, muchas gracias por pasarte y dejar tu comentario sobre el poema.
A la rendición que pareces referirte yo la llamo serenidad; a la naturaleza que haces adversario, yo la veo como el lugar donde hay que volver, para entender que cuando termina lo que concebías sin fin lo que termina es un ciclo, es decir que siempre podemos esperar un renacer; dejar que acaso acontezca lo inesperado... La serenidad de la que trato, ves, no es cerrazón: es reconciliación con el pasado y apertura al porvenir, desde un presente posible... Un fuerte abrazo, Jero.
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