" El desierto crece: ¡ay de aquél
que dentro de sí cobija desiertos! ".
F. NIETZSCHE
Estoy de espaldas al tiempo,
no respeto nada mío
nada mío considero;
y en el mundo,
desde que el mundo veo,
en un oculto vértice,
no obstante rememoro
los extraños instantes en que
mi razón, mi cuerpo y corazón
acordaron ser y fueron.
Y de nuevo, el sinsentido;
otra vez esta condena
de rutina, esta carcoma
de los días, que desvelan
lo estéril que es el afán
de extender el presente más allá:
si cuanto tocamos se acaba consumiendo
si todo cuanto amamos acaba pereciendo.
Y me pierdo en el ensueño:
en un ensayo, quizá, más cuerdo;
en el oculto vértice, desde el que el mundo veo.
V. H.Gª.Brea.
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